Estupor

Yo: sujeto que vive en el permanente estupor que le provocan algunas decisiones institucionales...

martes, 21 de septiembre de 2010

Los profesionales en la administración

En razón de mi trabajo, entre otros, como perito psicólogo, me veo en la necesidad/obligación de relacionarme con "profesionales" de mi profesión (psicólogos/as) y otros afines a la justicia. Y no puedo más que transmitiros mi desazón.
Si me permitís voy a exponeros un caso:
Se me solicita por parte de un abogado una pericial por un supuesto caso de abusos de un padre hacia sus dos hijas. Procedo a hacer la exploración así como a estudiar las demandas y el historial familiar y personal, y de ahí preparo mi informe.
En mi informe llego a unas conclusiones que desde mi punto de vista exoneran a mi cliente y que justifico técnicamente, sin presiones y en conciencia de hacer lo mejor para mi cliente y sus hijas. En pocas palabras, nada indica que proceda acusar a este señor de ningún abuso y más bien la demanda contra él se sustenta en el rencor y el odio por parte de la familia de su ex esposa (reconozco que puedo equivocarme pero me pagan para dar mi diagnóstico en conciencia).
Siguiendo los procedimientos propios de estos casos, después de la denuncia hacia mi cliente este fue encausado, se dictaminó su alejamiento de sus hijas y de su familia y de otras menores de su entorno.
Las niñas fueron sometidas a exploración por parte de las instituciones públicas, y se cito a la madre y a la cuñada (instigadora de la demanda) para hablar con los "profesionales" psicólogos. Nadie en ningún momento se dirigió a mi cliente para recabar una exploración del mismo: me parece increíble pero se nos explica que el procedimiento es así.
Cuando mi cliente y yo mismo acreditado como psicólogo nos dirigimos a la administración pública para recabar información (ya que no teníamos ninguna) fuimos tratados ambos poco menos que como delincuentes. Al plantear el caso para que nos atendieran personalmente, se procedió a llamar a los guardias de seguridad que se pusieron a interrogarnos e incluso a tratarnos con desprecio y se permitieron darnos consejos. No valieron explicaciones ni súplicas.
No quedó más remedio que esperar a la exploración que la administración y sus psicólogos quisiera hacer de las menores.
Seis meses más tarde llega el resultado de la exploración de la administración: no hay ni en el comportamiento de las niñas, ni en sus actitudes, ni físicamente ningún indicio de abuso, en el colegio no han apreciado ningún tipo de abuso, incluso familiares maternos dudan de la acusación. En pocas palabras y creerme, el informe dice que no hay ni el más mínimo indicio de nada. Yo se que todos nos podemos equivocar, pero siempre he creído que la obligación de los profesionales es mojarnos, comprometernos, no opinar, sino adoptar decisiones en base a datos. Pues después de un informe de multitud de páginas reiterando que no aparece nada de nada, la coletilla final del informe dice: "pero por si acaso mantener medidas de alejamiento del padre".
Cuando hablas con otros psicólogos de la misma administración, comienza a funcionar el corporativismo. Ante los mismos razonamientos que hay en este post, su reacción no es dar o quitar la razón, es contestarte esto es lo que hay y que no van a poner en solfa la opinión de otros profesionales ya que "ellos diagnostican y nosotros tratamos". Actitudes que serían inadmisibles en cualquier otro profesional se vuelven comunes en los profesionales de las ciencias sociales. Se imaginan el informe de un médico diciendo, "los análisis dicen que no hay cáncer, no se ve el cáncer, no duele nada, pero por si acaso vamos a extirparlo", ¿inverosímil verdad?, pues esto es lo que hay. O a otro médico diciendo "he descubierto que lo que tiene usted es pancreatitis, pero como el que le diagnosticó dice que es leucemia, a tratarle de leucemia".
En pocas palabras, es vergonzoso, los profesionales cobramos por mojarnos por llegar a conclusiones a partir de datos, no por opinar cubriéndonos el culo.
Ya he introducido una nueva frase irónica en mi léxico: "por si acaso". Que nunca nadie se vea en la tesitura de ser acusado de delitos que le pongan en manos de psicólogos como con los que yo me he tropezado, por que no importará si son culpables o inocentes, sólo funcionará el "por si acaso"; y "por si acaso" os pueden destrozar la vida, "por si acaso" no se van a mojar.
Si hay la más mínima duda de que mi cliente en algún momento ha abusado de sus hijas que caiga sobre él todo el peso de la ley además de todo mi desprecio. Pero el aforismo de que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario debe prevalecer, y más cuando no aparece indicio alguno de delito.
El "por si acaso" es un escándalo, es una vergüenza, es la irresponsabilidad, es el no asumir compromisos, es cobrar por no hacer nada: nos pagan para diagnosticar. "Por si acaso" gracias por leer este artículo.

3 comentarios:

  1. Es una lástima que se practique este corporativismo; que los profesionales tanto públicos como privados no lo sean; que no estén a la altura de la presunta responsabilidad que se supone deben asumir; que "no se mojen" cuando deban hacerlo; que se rebajen a practicar el "por si acaso" y lo peor de todo que se sientan bien al hacerlo. Gracias por ser como eres y "por si acaso" ¡¡¡no cambies!!!

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  2. Parece inaudito que dichos corporativismos se puedan llevar a cabo impunemente, aunque sea a costa del bienestar de unos menores. Resulta que, al final, todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, pero "por si acaso" lo tratamos como culpable y fuera líos. :-(

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  3. Antoni, en el ejemplo del médico que ante un probable tumor cancerígeno, extirpa "por si acaso", eso se ha hecho... en unos tiempos en los que poco o nada se sabía de la enfermedad y los médicos admitían ese desconocimiento, que no dependía de sus habilidades si no de los avances científicos en la investigación oncológica.

    Recuerdo esto para que quede claro que, en mi opinión, decir "por si acaso" es reconocer el desconocimiento de la materia en cuestión... y en este caso no se justifica, porque según indicas tú, hay métodos de sobra para aproximarse lo suficientemente a la verdad y comprometerse con un diagnóstico certero.

    Pero, dado que reconocen su desconocimiento del tema, en casos como el que nos ocupa, a esos estupendísimos colegas tuyos, tal vez habría que "por si acaso" despedirlos... vamos, ¡digo yo!

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